jueves, 28 de febrero de 2008

A VECES LA DISTANCIA AYUDA

A veces la distancia ayuda para muchas cosas. Hoy siento que esa distancia me ayuda a pensar por qué senti alejarme de vos. Tantos momentos que vivimos juntos. Tantas anécdotas que pasamos y tantos otros momentos feos de tristeza que compartimos. Todas las lágrimas que cayeron de tus ojos y tantas sonrrisas festejando cada momento de locura. Pero como digo hoy, a veces la distancia ayuda, y no quiero dar a entender que eso es un cierre, un nunca más, sino como todo lo que nos pasa en la vida, en donde hay tiempo para todo, siempre, un momento de cambio. Muchas veces necesitamos parar la pelota, y ver dónde están nuestros compañeros y para qué lado se encuentra el arco. Bueno, dicho y hecho, con esta analogía quiero expresar que me sucedió lo mismo con esa amistad. Una amistad muy fuerte, un compartir muchos momentos inolvidables desde chicos, desde nuestra adolescencia y puedo decir que parte de esa amistad nos hizo lo que hoy somos como personas. Nos pasaron tantas cosas parecidas y en los mismos tiempos, que a veces terminamos creyendo que eramos una especie de hermanos conectados con todos nuestros sentidos. Una palabra tuya, un gesto, una señal, un dar a entender, fueron siempre recibidos por mi parte con el mismo pensamiento y esas cosas fueron las que nos hicieron crecer y aprender el uno del otro.
Yo se que estas líneas por ahí jamás las leas, pero muy dentro mio quiero decir que te quiero mucho y que se que sos una persona luchadora y que la vida por más de que te depare momentos venideros muy feos, como a todos, siempre vas a salir airosa, porque no descubriste todavía todo el poder y la fuerza que hay en vos, en tu interior.
A decir verdad, en un primer momento pensé que sólo el cambio era mio, pero después de ver la decisión que había tomado de distanciarnos, descubrí que aunque no te dieras cuenta, también era un tiempo para que te hallarás y descubrierás quién sos y qué querés para tu vida.
Hoy sigo pensando y sintiendo que mi decisión fue buena, que se dio en el momento que tenía que ser. Por eso muchas veces no nos damos cuenta que los tiempos existen para algo, cumplen una finalidad en la vida y es muy importante respetarlos. Una vez una amigo me dijo: "Juancho, las cosas suceden en el momento y lugar indicados, nunca antes, nunca después, todo se acomoda a la energía del universo, solo hay que dejar que todo fluya de la forma que se de". Fueron unas palabras muy sabias y que me ayudaron muchísimo para tomar decisiones importantes.
Por eso, para no desesperarnos y querer que las cosas sean y se den de la forma que nosotros pretendemos, dejemos que todo fluya con naturalidad y que la distancia, en este caso, haga surgir su efecto, el de extrañarnos mutuamente y el de renovar nuestra amistad.

miércoles, 27 de febrero de 2008

CUANDO NECESITAMOS ALGO DE PAZ

A veces no nos damos cuenta el ritmo de vida que llevamos. Hasta el momento que hacemos un click y apreciamos que no somos capaces de pararnos aunque sea un minuto y mirarnos un poco más. Por momentos reflexionar es muy bueno, por otros no; pero muy pocas veces son las que en verdad uno se planta y dice: ¡si, algo me está pasando!¿Será que no estoy contento con mi vida, con las cosas que hago, con mis amistades, con todo lo que me rodea? Una vez una persona me dijo que muchas veces uno no tiene tiempo en la vida para detenerse, porque la misma consiste en eso; en no detenerse, en seguir, producir, darle, darle y darle hasta el final. Y yo me pregunto siempre: ¿Cuál es el final? ¿A dónde queremos llegar? Esa sería una pregunta muy buena. Yo muchas veces me cuestioné hasta el hartazgo, hasta el dolor intenso de cabeza, para qué diablos hacía lo que hacía, y me daba cuenta que no llegaba a ningun lado, no descubría nada, es más, surgían más dudas. Y un día me di cuenta, por el famoso click, que a veces se trata de dejar de pensar y de disfrutar, hacerlo por hacerlo.
Muy de chico me enseñaron que las cosas cuando se hacen, se realizan tratando de dar lo mejor de uno. Creo que en algún momento de la vida ese concepto se me mezcló y empecé a hacer todo mal o de forma equivocada. El grado de perfección que le daba a las cosas, era lo que al final del día me producia los dolores de cabeza. Y ahí me preguntaba: ¿Para qué? ¿Para qué buscar ser el mejor?, si simplemente podemos ser felices disfrutando el único momento que es irrepetible y que al fin de cuentas, es lo unico que importa.
Por más que la vida nos exija día a día muchas cosas, compromisos, tareas, lo importante y creo que es lo que más vale la pena, es acostarse a la noche y sentirse satisfecho por todo lo hecho en el día. Por eso a aquellos como yo, que nos torturamos pensando y pensando, liberemos nuestras mentes y dejemos que nuestra escencia perdida, esté donde esté, vuelva para ser como lo fuimos hace mucho tiempo en la niñez.
Juampi

lunes, 25 de febrero de 2008

APRENDER A VIVIR

Quiero contar mi historia. Quiero contar la historia de vida de un chico común y corriente que vive todos los días experiencias distintas y que de cada situación trata de entender y comprender por qué la vida es así. "APRENDER A VIVIR" es un libro que lei este último tiempo y que me ayudó a comprender mejor las cosas que me fueron sucediendo. Por ahí a muchas personas les aburre la filosofía y el divagar sobre la vida, pero en algún momento todos pasamos por esa experiencia, de buscar en lo más profundo de nuestro ser, respuestas que nos sirvan para contestar y explicar por qué nos sentimos de una u otra forma ante diferentes situaciones.
Hoy con 23 años de edad puedo decir que empecé a vivir y a darme cuenta lo dura que es la vida, en todo sentido. A veces extraño esos días de secundaria, donde lo único que importaba era pasar el tiempo, estar con mis amigos, fumar a escondidas, divertirme, en fin, mi burbuja de cristal. ¡Que linda burbuja! Es una edad propia para eso, donde las preocupaciones son: qué me pongo para ir a bailar, si hablaron mal de mi o dijeron algo sobre mi persona, si me veo gordo, feo, si encajo en un grupo, etc. Todas las etapas de la vida tienen sus propias preocupaciones y está buenisimo que experimentemos cada una. No está bueno lamentarse después de grande por aquellas cosas que no se pudieron hacer. Por eso quiero contarles que mi historia, es la de muchos, de la vida cotidiana, de las cosas que nos pasan día a día. Muchos se preguntaran qué tiene de interesante la vida de un chico común y corriente; pero es ahí donde no nos damos cuenta lo lindo de lo común, que es lo de todos, lo de cada uno y que en lo natural y sencillo está lo fascinante de vivir. Por eso nombro el libro, porque aprendo todos los días muchas cosas y me doy cuenta que estamos en un mundo con cosas muy hermosas, pero al mimso tiempo con muchas otras que no lo son. Quiero contarles lo que veo, que aprecio, que siento. Todo aquello que me rodea y que me obliga a vomitar, escribiendo en estas lineas. Ojalá muchos de ustedes sientan que la vida los toca de forma parecida, no para comparar, sino para sentir que pese a todas aquellas cosas que el hombre hizo y hace día a día, todos sentimos igual.